domingo, 21 de junio de 2015

19/06/2015

Ventanas tapiadas y casas vacías, supermercados para guiris, niños al último día de cole y madres preocupadas por lo que harán con ellos. Trabajadores y working class. Redescubrir hasta la plaza mayor. Perros. Wok to walk.  Medioambiente y pocos coches. Luego sigo.
Guiris mochileros de dudoso aseo, ancianas a misa, Callao pero mucho ruido. El señor mas guapo que visto en, por lo menos, todo el dia (son las 9:35). Era un mendigo y me acuerdo de Sabina y Serrat: "porque los locos no son tan tristes. Porque un buen polvo no es un trofeo.  Porque los buenos no son tan grises  ni los sabios tan serios, ni los pobres tan feos." Ni los pobres tan feos.
Fachadas blancas, otras sucias, un guía turístico y un grupo de atentos señores con ganas de saber sobre Madrid. Tres turistas europeas que malhablan inglés y necesitan algo de la farmacia. Una cola de personas inmensa, gigantesca, de verdad, esperando a coger el 20 minutos. Me gusta decir personas y no gente porque cada uno es un individuo y me es más fácil poner nombres y cara que si digo gente, que solo soy capaz de imaginar cuerpos sin identidad y en masa.
Una pareja de chico y chica como de 27 que va a trabajar y se dan besitos y ella no podía hablar porque él le había hecho chispa. ¿Ves, Edu, que hay más locos en el mundo? Pero nosotros somos nuestros.
Vodafone Sol y querer tirarlo, indignación máxima porque ¿por qué la publicidad? El señor lotero y un matrimonio viejito de italianos parlando molto alto. Vuelvo a mi libro, misión completada. Las administraciones públicas no se me resisten.