Maravilla. Su AMOR con 43 años menos, me queda toda una vída para que el mío nazca. O vaya a un asilo a encontrarle. Gracias, Lesly
En la sala de espera sin nombre
ni rostro,
Libre de los pasos
violentos que destrozan el camino,
De la memoria que destruye como
un ácido el alma,
Cadáver vacío de esperanza,
Ilusiones convertidas en
humildes piedras,
Y el corazón latiendo para
siempre en el mismo punto.
Yo había atravesado la vida como
un balazo durante cuarenta y tres años,
Hasta que naciste tú.
Saltamos las barreras del
tiempo,
Nuestras almas milenarias
pudieron encontrarse.
Tú sabías que algún día
tendrías que asistir a mi muerte,
Dejarme disolver en tu memoria.
Yo sabía que debería
impedir tu suicidio,
Convencerte de que continuaría
invisible junto a ti.
El presente se convirtió en
joya,
A la que transformamos en
esfera,
Danzando con los astros
alrededor del ojo de dios.
Con euforia mezclada de
tenebrosa angustia,
Vimos la eternidad en cada
segundo,
Y al infinito acurrucado
Como un gato junto a
nuestros pies.
Nuestros corazones aprendieron a
latir al mismo ritmo,
Conversamos sin cesar con
las bocas pegadas,
Una junta a la otra.
Le dimos a nuestros cuerpos
cadáveres,
El orgasmo que los vestía
de ángeles,
Los ruidos invasores se
convirtieron en música,
Y la manzana que ambos mordimos,
Adquirió el sabor del elíxir de
las vidas sin fin.
¡Que más se puede pedir!
Ahí vamos felices hacia el
exterminio,
Como el sol y sus planetas,
Como las miríadas de
universos,
Exterminio que es pantano,
Dando origen a la sublime flor de
la conciencia,
Cuyo aroma es el
amor.
Alejandro Jodorowsky
No hay comentarios:
Publicar un comentario