viernes, 11 de julio de 2014

Entendiendo como mueca de cariño el contorno de tus labios con los míos

Hace un año.
Cumpleaños. Cumple party.
Hace un año Sol. Hace un año Espoz y Mina.
Hace un año correr por El Retiro. 
Morirse de calor.
Morirse de la risa.
Morise entre aspersores.
Morirse empapada.
Morirse del frío.
Morirse de ganas de hacer pis.
Morirse de tanto correr.
Morirse de tanto descansar.
Morirse de la vergüenza, porque sudar no es sexy.
Morirse de la felicidad, porque aun sudada te ve sexy.
Morirse porque estáis sudados y os gustáis.
Morirse de las ganas de besar.
Morirse de miedo por haber tardado dos horas más de lo previsto, y habías quedado con tu madre, y tu madre te da miedo.
Morirse. Cerrar los ojos.
Un "te quiero" en cualquier lugar de Madrid: en una azotea, en un callejón, en un bareto de mala muerte, en una coctelería pija, en el Taj Mahal, en el Bernabéu, en el parque, en la plaza, en Goya, Serrano, Colombia, Ciudad Lineal, en Arturo Soria, Villaverde, Vicálvaro, Vallecas, en Sas Bernardo y Valdebernardo. En mi portal, en el de un amigo, en el de un desconocido. Nunca en el suyo.
Cerrar los ojos. Ponerlos en blanco. Susurrar cursiladas y ñoñerías. Que te susurre cursiladas y ñoñerías.

Un año después. Seis meses después.
Mirar todo y ver más, y querer ver más. Y saber que quedan mil cosas por contemplar. Y saber que todo, absolutamente todo, está bien como está. 
Echar de menos cosas, aspersores,  felicidades, carreras, susurros, y lugares; echar de menos al besado. Pero estar feliz no siendo besadora. 
Pero estar feliz de corretear sola, de respirar sola, de llenarme los pulmones, de soltar una carcajada todo el aire y después respirar.

Y ahora puedo decir, sí, con lágrimas en los ojos, que soy feliz. Porque la felicidad no es no llorar, sonreir, reirse, tenerlo todo o no echar de menos. Creo que la felicidad es, más bien, ser capaz de saborear cada sentimiento, disfrutarlo, y estar tranquila porque todo acaba pasando. Y menos mal que el tiempo pasa y se nota que pasa. Porque medio año en una vida de 20 es bastante. Y medio año en una vida conjunta de dos, es un montón. Así que este medio año se nota.



<< Hay gente estupenda con la que nos encontramos en el momento equivocado de nuestra vida.
Y hay gente estupenda porque nos la encontramos en el momento oportuno de nuestra vida.>>
D. Foenkinos

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