martes, 15 de julio de 2014

Tú siempre me respondes, quizás, quizás, quizás.

Cuando hablar es tan fácil y actuar tan complicado.
Cuando, en tu cama, en tu casa, lo tienes todo tan claro.
Cuando en tu cabeza está todo perfectamente estructurado.
Cuando ser feliz es un problema.
Cuando "para ser feliz hace falta coraje".
Cuando no llega quien te destroce los esquemas.
Cuando bailas en un purgatorio de sentimientos.
Cuando afrorrumbeas entre la felicidad y la tristeza.
Cuando salseas entre la desilusión y la esperanza.
Cuando no echas kétchup, echas mayonesa.
Cuando ni vas a vips, ni a la castellana, ni a colombia (todo en minúsculas porque ya no son propios)
Cuando todo acaba llevándome a donde no quiero que me lleve.
Cuando todo acaba llevándome a ti.
Cuando yo empezaba hablando de otro, hablando de nada.
Cuando el miedo pesa.
Cuando la risa no se oye tanto como las lágrimas.
Cuando suenas más forzada.
Cuando tirada en un césped cualquiera desescuchándome miro a izquierda y derecha.
Cuando corriendo por El Retiro miro a derecha e izquierda.
Cuando en Hacienda miro a izquierda y derecha.
Cuando en las escaleras del metro, en el asiento del bús o en un bar cualquiera, miro a izquierda y derecha.
Cuando miro a derecha e izquierda y no estás.
Cuando ya no miro a ningún lado
Cuando ya no quiero, siquiera, que estés.
Cuando ya no te busco andando por la calle.
Cuando ya no doy vueltas estúpidas para pasar por Lope de Rueda.
Cuando si estoy en Manuel Becerra no me quedo esperando el 38 a ver si bajas.
Cuando ya no te busco si voy por mi recorrido habitual, por si tú... pensabas... me buscabas... querías verme.
Cuando soy capaz de poner "re", "boludo", "copado" y otras argentinadas rioplatenses en conversaciones que no son contigo.
Cuando soy capaz de cantar a pleno pulmón "Buenos aires" de Rafa Pons.
Cuando no soy capaz de gritar en la ducha "Carita de tonto" ni "Un día de estos" de Marwan.
Cuando a veces notas un atisbo de felicidad, pero, eso sí, ya no sonries sin motivo.
Cuando te das cuenta verdaderamente de que "lo peor del amor es cuando pasa". Porque ya no esperas nada, ya no buscas nada, ya no quieres nada. Ya solo sientes ese vacío, y te da pena que alguien antes lo llenara tan bien, tan como un puzle, tan encajado, tan "el uno para el otro", tan "tal para cual". 

Y ya no. 

Ni hay quien te llena vacíos, ni hay vacío que llenar, ni quieres que haya vacío, ni quieres a nadie que te abra un vacio que sepa llenar.


<<Andá a saber si en el fondo no hay que llorar de amor hasta llenar cuatro o cinco palanganas.>> 
 J. Cortázar

No hay comentarios:

Publicar un comentario