jueves, 24 de julio de 2014

¡Por favor, que alguien lo pare!

Que alguien le diga al mundo que deje de darse pena a sí mismo. Que nada es tan terrible. Que unos se mueren de hambre, cierto, pero otros alcanzan el nirvana. Unos están tristes con un iPad en la piscina de su terraza en un ático de un edificio de 15 pisos y otros somos felices quitando espinillas. Unos, preocupados por el postureo más absoluto, se olvidan de vivir, de comer, a otros nos da igual quedar de guaises. Unos conducen sus cochazos por barrios mega pijos y otros somos felices con una botella de Nestea fresquita y una barra de pan.

"Tenemos miradas que nos incitan a amar, tenemos chistes malos que contar".

Ayer conté por primera vez en casi dos años el chiste más toppp de todos los tiempos, solo me sé dos, el del pan que habla y ese. Se lo conté a mis nuevos amigos de la uni (que, sí, si siguiera contigo no hubiera conocido), y no se rieron, no como tú. Tú te reiste mucho, ¿por qué fue? ¿Por no hacerme el feo? Ahora que lo pienso, estábamos en el parque de Fuente del Berro, en la zona de abajo, subiendo, y nos paramos en un árbol cuyas ramas crecían desde muy abajo, porque yo me tenía que agachar (y yo nunca necesito agacharme). Pues eso, estábamos ahí, parados, hablando de chistes y te lo conté. Y tú te reiste. Y tu risa no fue la típica risa tuya de que algo te hiciera gracia. En su momento no me había dado cuenta, no me había percatado, no te conocía lo suficiente, tal vez ahora tampoco. Pero esa risa no era la risa tuya de carcajadas, de reirte conmigo, aunque, en verdad, tampoco reíamos tanto a carcajadas. O sí, ya no me acuerdo mucho de tu risa. 
Ahora me río muchísimo a carcajadas, con mucha gente, con personas muy distintas me río a carcajadas, en muchos sitios, de muchos sitios, que no hubiera conocido, seguro, si siguiese contigo. Me río a carcajadas, me gusta reírme a carcajadas, me encanta la palabra "carcajada", es mi palabra favorita. 

Estos chicos a los que se lo conté no se rieron, sonrieron, me dijeron que qué malo era y ya está. No era necesario quedar bien, ni se me hace feliz riéndose nadie por un  mal-chiste. Si eso hiciste con un chiste, me pregunto cuánto harías por mí, por hacerme feliz, tan estúpida e infructuosamente.

Que alguien le diga al mundo que deje de darse pena a sí mismo. 
Y decidle que esto no es jumanji, aquí no hay que escapar de animales salvajes corriendo por la casa, con un subidón de adrenalina bestial. Esto es quizá peor. Aquí hay que correr por entre los rincones de nuestra alma, de nuestro corazón y, más importante, de nuestro cerebro, intentando escapar de recuerdos, de personas, de nosotros mísmos y nuestra incapacidad de querernos lo suficiente.

Hay que enfriar el corazón, pararse, pensar con los pies en el suelo y con la cabeza a la altura de las cabezas, respirar y dejarse de tonterías, porque nada es tan grave, ni tan penoso, y no hay mal que por bien no venga, y ya está, tío. No hay más. Solo tirar palante, solo no pensar, mantenerse ocupado, no darse tanta pena a uno mismo, que es lo que te acaba consumiendo, y verle las cosas buenas al resto de vida que hay a nuestro alrededor. Aunque a veces parezca que no hay vida más allá de esta muerte, sí la hay. Y esta muerte no es una muerte, esta muerte solo es un renacimiento, tipo fénix o algo así. Esta muerte solo es para aprender, para quedarnos con lo bueno, para conocer más gente, para ser más maduros, más mayores, más adultos, más felices.

Porque no estamos solos. Qué paradoja. Precisamente porque no hemos estado solos estamos así, y, precisamente porque estamos quasi solos estamos así. Pero es que somos sumamente egoístas, ¡joder! Por qué piensas tanto en ti, por qué lloras tanto tú, pesao, si a tu lado está durmiendo una familia entera en la calle. Si al señor que está a tu lado le acaban de despedir, si a la que está tu lado se le acaba de morir el padre. 

Nada es nunca para tanto.

#MaríaTop  #MaríaConCoraje #MaríaChistosa #MaríaGrasiosa #MaríaSuperando #MaríaOlé #MaríaPasoAPasoGolpeAGolpeVersoAVerso


<<Empezaron a vivir en un mundo construido por las alternativas inciertas de los naipes.>>
Cien años de soledad- Gabriel García Márquez.

No hay comentarios:

Publicar un comentario