jueves, 10 de julio de 2014

Pequeña sonrisa de Amelie, me tienes ganado.

Pon una vez me dijo que le habían dicho que era una "chica Amelie". Me gustó mucho que se lo dijeran. Rojo y verde. Pasión en el trabajo, en los amigos, en el amor, en la vida. Esperanza que transmite, esperanza que regala, esperanza que transforma e insufla sosegando, siendo clara, diciendo lo que es, sin andarse con perífrases ni eufemismos "María, te da igual", "María si tiene que ser, será", "María no te voy a dejar mi Twitter para que le cotillees". 

A no ser que esté de verdad de mal humor, molesta, triste... Sentimientos a los que le pone la misma pasión que le pone al resto de la vida, por suerte y por desgracia. Los saborea todos, desde lo más agrio, desde el yogur sin azucar natural, el limón, hasta lo más delicioso del mundo, hasta el chocolate, los helados, el salmón con queso brie, o las gambas a la plancha.

Cuando está triste no es como yo. Se le nota en la cara. En las lágrimas, en su forma de vivir y de mirar el mundo. Cuando está triste de verdad, a veces intenta ser como yo. Intenta hacer como si todo estuviera bien, intenta hablar, comer y reirse cuando está con gente, como soy capaz yo, llorando por dentro. Fingiendo, mintiendo al mundo y a una misma, para no pensar, para que no tener que responder. Ser una falsa, una mentirosa. Pero ella es mucho mejor que todo eso. Ella no puede, no es capaz. Ella es humilde, no es soberbia. Es más limpia. Intenta pero no puede. Y cuando está mal cualquiera que esté a su alrededor lo siente, lo nota y se le contagia esa tristeza. 


Es una chica Amelie, es una chica genial.

Y aunque no te guste, toma, pa ti. 




<<Sin ti las emociones de hoy no serían más que la piel muerta de las de ayer.>> 
 Le fabuleux destin d'Amélie Poulain

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